lunes, 2 de agosto de 2010

AEUCO en la provincia

GREGORIO CABRERA.
Daniel Niz Cañada luce un moderno peinado que apunta hacia lo alto y unas gafas a los Elvis Costello, al que quizás no haya escuchado nunca a sus 19 años. Lo que sí ha aprendido es que el coste de la doble insularidad de una isla periférica como Lanzarote puede pasarte factura. Este joven está matriculado en la Escuela de Turismo de Tahíche. No es que esté descontento, pero su primera opción había sido otra. "Hubiera estudiado otra cosa, algo ligado a la televisión y las telecomunicaciones, pero no tenía posibilidades económicas para salir..."

La historia de Daniel es calcada a la de muchos otros en la isla y él es uno de los que considera que el proyecto para crear un verdadero campus universitario en Lanzarote, para lo cual el Cabildo ya ha previsto una bolsa de suelo en Tahíche, debe servir para ampliar la oferta universitaria y formativa en general, al margen de para aglutinar la existente en un mismo espacio, tal y como han acordado la corporación insular y el Gobierno de Canarias. "Tengo muchos compañeros que no pueden estudiar lo que quieren fuera de Lanzarote por motivos económicos. Creo que hay estudios, como Derecho, que deberían implantarse aquí", afirma Davinia Barrios, de 23 años y estudiante de Derecho en La Laguna.
"La isla necesita avanzar y tener más oferta educativa", reflexiona Llislen Ortega (segundo de bachillerato) a sus dieciocho años. "Bajo mi punto de vista, el campus debería servir para ampliar los estudios, pero no sólo al nivel más alto", apunta. Palabras de este tipo demuestran que en la juventud estudiante de Lanzarote ha larvado el sentimiento de que hay que dar un paso adelante y que, desde luego, ellos así lo exigen. Una actitud nada pasota que queda demostrada por el hecho de que siete de ellos acudieron a la cita con este diario en una tarde que pedía a gritos estar en la playa y tras un atraco telefónico apenas unas horas antes.

OTRO PANORAMA. La opinión de que el campus ha de ser sí o sí una plataforma para nuevas carreras, módulos de formación profesional o cualquier otra oferta se repite sin cesar. "Ya que van a invertir en un sitio deberían hacerlo bien, pero no desperdiciar el dinero", señala Óscar Pérez (20 años y estudiante de Administración y Dirección de Empresas en Gran Canaria). Cahora Morales e Itahisa Machado ("como el poeta"), las últimas en llegar, se suman al resto como las primeras: "Las cosas serían muy diferentes con un campus".

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